viernes, 6 de noviembre de 2009

Los evangélicos sin evangelio


Muchas de las denominaciones evangélicas están sufriendo desde hace unos años una fuerte intervención de predicadores deshonestos que enseñan un evangelio sin evangelio. Permitanme precisar lo que quiero significar con "evangélicos sin evangelio". En la actualidad en muchos púlpitos evangélicos se está predicando un evangelio sin verdadero contenido doctrinal; la ofertas de soluciones mágicas y respuestas inmediatas y a medida de los creyentes están a la orden y a pedido de boca.


El evangelio de autorrealización ha aniquilado al evangelio de autonegación. No se predica el renunciamiento a la vida de pecado y se exagera la potencialidad humana y sus posibles logros. Ningún predicador está dispuesto a anunciar un evangelio de compromiso, de cruz y autonegación por temor a que las personas se vayan de sus Iglesias y con ellas los recursos económicos.


¿Dónde ha quedado el sacrificio personal, el renunciamiento al pecado y el servicio al prójimo? Los predicadores de muchas Iglesias o ministerios o como se llamen, ya no predican estas cosas. En su lugar, enseñan que los cristianos no tienen que sufrir porque esa no es la voluntad de Dios. Pero,¿cómo saben ellos cuál es la voluntad de Dios para cada vida? Si los cristianos no tienen que sufrir porque esa es la voluntad de Dios, según ellos dicen, entonces cómo explicar las lapidaciones, crucifixiones invertidas, decapitaciones que han sufrido miles de cristianos a lo largo de toda la historia.¿Acaso no dijo Cristo que en el mundo tendremos aflicción o dijo que por ser cristianos estábamos exeptuados de sufrimiento?


¿Podemos autorrealizarnos sin tomar la cruz? ¿Debemos como cristianos buscar nuestra realización personal o la realización del reino de Dios aquí en la tierra? ¿Estamos para servir al prójimo o para recibir efímeros elogios y aplausos de los hombres? Si siempre debe irnos muy bien, si debemos ser prosperados y realizarnos como personas porque esa es la voluntad de Dios, entonces qué sentido tiene tomar la cruz cada día, que esto lo hagan los demás, los no cristianos, los que sí creen que la vida pasa por la autorrealización y luchan despiadadamente por lograr reconocimiento humano, sin importarles demasiado los medios utilizados.¿Acaso nos está pasando a los cristianos que queremos vivir como si no lo fuéramos, con todos los beneficios terrenales y lejos de la cruz de Cristo?


El evangelio de muchos evangélicos no es el evangelio de Cristo ni siquiera refleja mínimamente el mensaje y la práctica de vida que tuvo Cristo cuando pasó por este mundo. Se imaginan a Cristo decir: "Venid a mí todos los que quieran ser prosperados y quieran autorrealizarse, todos los que quieran ser conocidos, todos los que quieran cambiar la casa y el auto". Gracias a Dios que este no es el mensaje del evangelio y es el mensaje de algunos evangélicos. El cristianismo es sacrificio, entrega, compromiso y permanente renunciamiento a una vida de pecado, a una naturaleza pecaminosa que está pronta a aflorar; no es crecimiento patrimonial, autorrealización y felicidad permanente.


Los que predican que Dios no nos llamó al sufrimiento tienen como interés fundamental llenar sus Iglesias, sin importarles demasiado si su evangelio es el evangelio de Cristo o si sus oyentes llevan una vida cristiana comprometida o son simplemente cristianos domingueros. Si los cristianos debemos cambiar la autonegación por la autorrealización, la dicha plena entendida como prosperidad económica y salud física por la muerte diaria al pecado en todas sus formas de concepción, entonces estamos cayendo en un evangelio de evangélicos, pero no de Cristo. Claudio G. Barone.